Domingo de Pasión, Teatro Pedro Muñoz Seca, dan las 12 del medio día y tras el rezo del Ángelus, como mandan los cánones, da comienzo con el Pregón, la cuenta a tras dando paso a un nuevo camino que nos conducirá a un nuevo Domingo de Ramos.

         Suena la composición musical “Bendita Entrega” magistralmente interpretada por la Banda Maestro Dueñas, tal y como nos tiene acostumbrada. Seguidamente toma el atril y la palabra D. Carlos Prieto Nieto, y fue poco a poco dándonos a conocer a través de una muy buena y elegante presentación, al monaguillo, nazareno, costalero, profesor, hermano mayor de sangre, y por su puesto cofrade y cristiano, D. Mario Prieto Nieto, al pregonero de la Semana Santa.

         Tras su presentación y la interpretación de Amarguras, como es habitual, Mario Prieto con la bendición del Asistente Eclesiástico se dirigió a la Cruz de Guía de la Hermandad del Huerto, que exornaba el escenario para colgar de ella, la medalla de esta corporación que perteneció a su padre.

         Tomó el atril, y empezaron como voz en off sus sobrinos e hija, preguntándoles que hacía allí, a lo que le pregonero contestaba en prosa y verso, que les contaría un cuento de un hombre justo, la historia de un hombre bueno, y que gracia a los cofrades nos llevará a una Semana Santa. Antes de comenzar ese cuento, se encomendó con un Dios Te Salve a la Virgen de los Milagros, nombrando a cada una de las distintas advocaciones.

         El pregonero, después del agradecimiento del protocolo, narrar una carta de uno de sus alumnos que dirigía al Sr. Obispo pidiendo, y en la que el pequeño rogaba que dejara de posesionar a las distintas asociaciones de vísperas.

         El cuento continuaba narrando, la historia de cómo entró en la Hermandad de la Borriquita, su vida en ella, de cómo fue creciendo en ella desde que era un niño, entre anécdotas y referencias evangélicas, pidiendo al Moreno de San Marcos, que le dejara seguir soñando como un niño. Siguieron versos a Nuestra Señora de la Entrega, entregándose por completo y dando gracias a Ella por poder querer a Su Hijo.

         Y llegó uno de los momentos más álgidos del pregón, cuando recordó cómo fundó su padre Curro Prieto, junto a otros hermanos, está Hermandad del Huerto, fue hablándole al Señor y le pidió perdón por no poder acompañarlo el pasado año, acabando con poemas de que el alma de su padre sigue viva cada vez que mira el olivo que al Señor cobija.

         Una de las partes más emotivas y sentimentales, fue cuando habló de María Santísima de Gracia y Esperanza, la Esperanza de El Puerto, relatando  a modo de plegaria, como nos aferramos a la Esperanza, siendo lo último que debemos de perder, y a la que con fe y rezos se agarraron y se agarrarán, tantas y tantas personas, hermanos y familiares enfermos de cáncer “ La Esperanza está en El Puerto, junto a un Ángel de la Guarda y un Cristo que reza arrodillado” “No me dejes Madre mía…. Y que lo último que pierda sea la Esperanza”.

         Después Prieto, iría recorriendo y exaltando la Pasión en el Puerto, a través de cada uno de nuestras Hermandades, de nuestros Cristos, de nuestras Dolorosas. Mensaje claro de Humildad, hacia los cofrades, cuando le llegó el turno de nombrar al Cristo Humilde y Paciente que aguarda en el Convento del Espíritu Santo. En esta última parte fue acompaño por músicos que con flauta travesera y guitarra, tocaron “La Saeta “ y “Caridad del Guadalquivir”, mientras el pregonero recitaba.

         Un pregón donde los niños estuvieron muy presentes desde el primer momento, los niños cofrades. Finalizaba el pregonero recordando que solo nos queda siete días, para que se abran las puertas que nos dará paso, a un nuevo Domingo de Ramos.

         Desde estas humildes líneas, damos la enhorabuena a Mario Prieto por el pregón que nos regaló ayer, y que quedará grabado en nuestras retinas y en lo más hondo de nuestro corazón.

 Fotografías: www.elpuertoactualidad.es